SEPTIMA PARTE
Prometí en el capitulo anterior hablar de la emblemática Flia Belelli, y digo emblemática por que quien conoció Río Luján en los últimos 90 años y no conoció a la Flia. Belelli, no conoció Río Luján.
La historia de esta familia en la zona comienza en el siglo XIX, ya que Antonio Belelli (padre) llega a Río Luján trabajando en la construcción del ferrocarril quedándose en estos pagos.
El 8 de abril de 1904 contrae enlace con Matea Juana Gioppo, italiana quien ya tenia un hijo llamado Roberto, que con los años trabajo en la firma Bunge & Born, radicándose en Rosario donde tenia familiares matemos.
Los Belelli vivían de la caza de animales, cría de chivos y una panadería que exportaban en las tierras de la quinta del Dr. Zárate, más tarde, el Ing. Rómulo Otamendi les regala una manzana de tierra a dos cuadras de la estación ferroviaria, donde construyen su vivienda y un local comercial, la construcción fue llevada a cabo por Martín y German Saubaber padre e hijo respectivamente, desde entonces comienzan con un almacén de ramos generales que se prolonga por varias décadas.
El primer hijo de este matrimonio llegó antes de que estuvieran casados. El 19 de febrero de 1900 y se llamó igual que su padre Antonio Belelli, quien con los años ocuparía cargos jerárquicos en el Correo Argentino en la provincia de Neuquén, y en Bahía Blanca, Antonio Belelli (hijo) fue además escritor de un libro que se titulaba ¨El Paraíso Negro¨ y una obra teatral titulada ¨El Sauce Negro¨, además de innumerables artículos en los diarios de Campana y Zárate, donde se puede apreciar a una persona de gran erudición y pluma comprometida con lo social y lo político, fue en su momento muy requerido por el partido radical para pronunciar muchos discursos ya que fue un gran orador.
En la biblioteca municipal de Campana hay recopilados varios Art. periodísticos del período 1921-1924 recopilados por el historiador Don Jorge Sumiere, Después de haber ocupado cargos administrativos en Vialidad Nacional, hasta su jubilación fallece en un accidente automovilístico en la década del ´60.
El hermano que le sigue por orden de nacimiento fue José Belelli. que se dedicó a la compra y venta de ganado, hasta que perdió la salud mental, a partir de allí quedó al cuidado de su madre y hermanos hasta su fallecimiento acaecido aproximadamente en 1950, pese a no ser casado dejo un hijo reconocido. Siguiendo por orden de natalicio, está Alfredo Belelli nacido el 1 de enero de 1903, quien se radicó en Córdoba capital, trabajando en el Correo Argentino hasta su jubilación, falleció en 1977.
El siguiente hijo fue Arturo Belelli, que nació el 30 de octubre de 1904, este permaneció en la casa paterna, y al fallecimiento de su padre a fines de la década del treinta o principios de la siguiente, quedó al frente del negocio y cuidando su madre y hermanos enfermos, falleciendo el 10 de julio de 1979.
Luego legaría Rodolfo Belelli el 1 de enero de 1907, este ingresa en la marina mercante recorriendo Europa, Asia, Africa , y toda América, luego al fallecimiento de su madre a principios de la década del cincuenta, deja la marina mercante para dedicarse al cuidado de sus hermanos.
A este ultimo le sigue Dante Alfonso Belelli nació el 23 de agosto del 1909, a los veinte años pierde la salud mental y queda al cuidado de su familia, por ser este el séptimo hijo varón de la familia es ahijado del presidente Roque Saenz Peña, y en su representación fue su padrino Luis María Campos, falleció a fines de la década del cincuenta o principios de la del sesenta.
Por último nació Americo Héctor , el 30 de setiembre de 1912 , quien falleció a los cuatro años.
Todos los hermanos Belelli fueron educados en el colegio San Carlos de Buenos Ares a raíz de una beca otorgada por el gobierno nacional.
Doña Matea Gioppo de Belelli falleció en Río Luján , a principios de la década del cincuenta.
El almacén de esta familia fue el más importante de Río Luján , después de los de las familias Coletta , de quienes hablaremos en capitulos venideros.
Don Antonio Belelli padre es recordado como una persona de carácter fuerte y gran honestidad , a su negocio llegaban muchos campesinos a pedir dinero prestado, hasta poder vender las cosechas , y luego de vedida muchos le traían el dinero para que se los guardara, demostrándole de esta manera la confianza que se le tenía, hoy en día con la evolución entre comillas de nuestra sociedad, ni siquiera en los bancos podemos tener esta confianza.
A estas virtudes sumaba su gran fortaleza física cuando levantaba las bordalezas de vino de 200 litros hasta arriba del mostrador desde donde se despachaba el vino suelto.
En el próximo capitulo seguiremos con estas historias de mí Río Luján
bolzantangocol@ubbi.com