Como referencia podemos confirmar que el parque automotor del país era de solo 7.067 automóviles.
En 1928, la refinería de Campana fue ampliada, con dos unidades nuevas, mejorando sustancialmente su capacidad de producción y obteniendo productos mejor refinados.
En 1934, se produce un incendio de vastas proporciones, que mantiene en vilo a toda la comunidad, y que aún hoy se recuerda, el mismo destruyó alrededor del 70% de la refinería, inmediatamente la empresa comienza su reconstrucción y en breve plazo se pone nuevamente en marcha.
Catorce años después un nuevo siniestro, el 25 de septiembre de 1948, sobrecoge a los campanenses. En medio de una tormenta, un rayo cae sobre el buque ESSO Salta que se encontraba amarrado en el muelle produciendo daños que llevarían a su hundimiento.
En las décadas del 40 y 50, ESSO SAPA consecuente con su política de integración comunitaria, encaró la remodelación y el equipamiento del Centro de Higiene Materno Infantil Paula Albarracín, así como algunas salas del Hospital San José y la escuela de N. Otamendi.
En 1954, la capacidad de la producción de la refinería se vio incrementada con una nueva planta para la fabricación de lubricantes; a la vez que comenzó con importantes tareas de tablestacado para mejorar los muelles frente a la refinería.
En 1960, en bien de la seguridad, comenzó a instalar los tanques de techo flotante, a la vez que finalizó con la obra de instalación del nuevo alambique tubular que permitiría ampliar la producción.
Ya por esa fecha implementa el proyecto del cracking catalítico cuya finalización realiza en 1962, lo que permite el lanzamiento al mercado de la nafta extra.
En 1971, la empresa pone en marcha la nueva unidad de mezcla y envasado de lubricantes automatizando varios procesos de las instalaciones, incluido el cierre y estibaje de las cajas que contiene las latas de uno y cuatro litros.
En 1975, la ciudad de Campana cumple sus primeros cien años de existencia. La estrecha relación de la compañía con el medio en que se desarrolla sus actividades hace que esta se integre activamente en los actos celebratorios.
En 1980, es colocada la piedra fundamental del edificio de la Universidad Tecnológica Nacional en la ciudad. Al año siguiente la fundación ESSO hizo entrega del nuevo edificio de la U.T.N. respondiendo a una solicitud de toda la comunidad.
En 1983, la crecida del Paraná, de las más importantes que se recuerdan, afectó sensiblemente a la refinería. La inundación duró varios meses destruyendo muelles y otras instalaciones.
Más recientemente, en 1995, la refinería es objeto de grandes proyectos de mejoras para mantener su constante actualización tecnológica, incluyendo el control de procesos por computadora (que abarcó el cracking catalítico, tubular, unidad de coqueo retardado, tratamiento de destilados medios y powerformer) y el proyecto de mejoramiento oceánico de naftas.
En la actualidad a casi noventa años de su incerción en la comunidad, trabajan en la ESSO, varios cientos de personas en sus diversas plantas, llevando bienestar a miles de familias de Campana.