Historia de la Orden de la Campana

Hacia fines de la década del 60, los Amigos de la Calle Real se impusieron un claro designio: la promoción de Campana.

Las autoridades de entonces, lograron que el 6 de julio, fuese feriado para el partido. Eso desencadenaría una serie de actos y trabajos que, lentamente, lograban despertar la campanidad, es decir, un sentimiento de pertenencia al lugar donde nacieron o desarrollaron su vida.

Pero algo faltaba, se premiaba a quienes participaban y ganaban concursos históricos y artísticos de hondo contenido campanense, pero no se había hecho nada por aquellos que, no en un hecho específico, sino a lo largo de toda su vida, se volcaran al servicio comunitario.

El Centro Comercial nombre por el que se conocía al actual CUCEI, tomó el reto y puso manos a la obra; por ese entonces muchos de los dirigentes de su comisión directiva actuaban en los Amigos de la Calle Real; entre ellos Alberto Lis y Jorge Modarelli, quienes en la vieja farmacia El Aguila (ya desaparecida) pergeñaron La Orden de la Campana, y llevaron al seno de la comisión directiva la idea, que el resto de los integrantes hizo suya.

Es así, como una cosa natural casi, se comienza con La Orden, que en el sentido estricto no es un premio, sino un reconocimiento público por la dedicación, solidaridad y desinterés de personas o instituciones que desde lo cotidiano, supieron mostrar valores a sus conciudadanos.

A fuerza de ser sinceros se consiguió el objetivo; hoy La Orden de la Campana ha cumplido 25 años, y es una forma paradigmática de brindar, como alguna vez se decía en la entrega:

¡HONOR AL MÉRITO!